domingo, 7 de agosto de 2011

¿Por qué, de pronto, así, reconciliado...


¿Por qué, de pronto, así, reconciliado
con todo: con el mundo y su armonía?
Señor, en este tarde, tuya y mía,
dame que se haga eterno tu cuidado.

¿Por qué sin esperarte has esperado
a un corazón que hacia el desierto huía?
¿Por qué me has dicho: "Hay tiempo todavía
para recuperar al olvidado"?

Atrás mi casa "estaba sosegada";
se quedaba en mis hijos la mirada;
habías Tú dispuesto mesa y vino.

Y he salido a buscarte, y a perderme,
y a herirme con tu espada… Solo, inerme,
me has dejado en un alto del camino.

José García Nieto



No hay comentarios: