fin de las labores.
Amo de las viñas,
paga los trabajos
de tus viñadores.
Al romper el día,
nos apalabraste.
Cuidamos tu viña
del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas,
nos lo das de balde,
que a jornal de gloria
no hay trabajo grande.
Das al vespertino
lo que al mañanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos
dale crecimiento.
Tú que eres la viña,
cuida los sarmientos.
1 comentario:
Que a jornal de gloria, no hay trabajo grande... ¡qué invitación a superar lo que nos empequeñece y a disfrutar de todos los dones, empezando por el de la Fe. Gracias por este generoso servicio.
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