lunes, 1 de agosto de 2011

¿POR QUÉ HAS DUDADO?

LECTIO DIVINA (07-08-2011)

Mateo 14:22-33

Después de esto, Jesús hizo subir a sus discípulos a la barca, para que llegasen antes que él a la otra orilla del lago, mientras él despedía a la gente. Cuando ya la hubo despedido, subió Jesús al monte para orar a solas, y al llegar la noche aún seguía allí él solo. Entre tanto, la barca se había alejado mucho de tierra firme y era azotada por las olas, porque tenía el viento en contra. De madrugada, Jesús fue hacia ellos andando sobre el agua. Los discípulos, al verle andar sobre el agua, se asustaron y gritaron llenos de miedo:
 
¡Es un fantasma!

Pero Jesús les habló, diciéndoles:

¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!

Pedro le respondió:

Señor, si eres tú, mándame ir a ti andando sobre el agua.

–Ven –dijo Jesús.

Bajó Pedro de la barca y comenzó a andar sobre el agua en dirección a Jesús, pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, gritó:

¡Sálvame, Señor!

Al momento, Jesús le tomó de la mano y le dijo:

¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?

En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento.
Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús y dijeron:

¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!

Otras Lecturas: 1 Reyes 19:9, 11-13; Salmo 85:8-13; Romanos 9:1-5

LECTIO:

Por fin Jesús puede pasar algún tiempo a solas con el Padre. El capítulo 14 se abría con el relato de la muerte de su primo Juan Bautista. Jesús intenta quedarse solo, pero las gentes le siguen. Jesús sintió lástima por la gente, les enseñó hasta bien entrada la noche, curó a los enfermos y de manera milagrosa dio de comer a más de 5.000 personas.

A continuación, despide a los discípulos en la barca a la otra orilla y envía a las gentes a sus casas. Ahora puede llorar la muerte de Juan y orar al Padre. La oración era el fundamento de su vida y de su ministerio, de tal modo que siempre buscaba la ocasión pora comunicarse con el Padre.

Pero el tema central de este pasaje es la fe. Aquel mismo día, poco antes, los discípulos habían visto cómo Jesús curaba a la gente y, de manera sobrenatural,  convertía cinco panes y dos peces en comida suficiente para más de 5.000 personas, y con gran cantidad de sobras… Ahora Jesús se acerca caminando sobre las aguas hacia su barca. No pueden dar crédito a sus ojos. Aterrorizados, piensan que están viendo a un fantasma. Jesús les tranquiliza y les convence de que es él en persona, que no tienen nada que temer.

Como ya es habitual, Pedro se lanza literalmente dando un gran paso de fe. Es probable que, una vez más, hable sin reflexionar y por eso le pida a Jesús que le deje a él también caminar sobre las aguas. Jesús le llama. Pedro baja de la barca y comienza a caminar hacia Jesús. Es entonces cuando se da cuenta de la tormenta, se asusta ante las olas y comienza a hundirse. Jesús le salva y le regaña con cariño, preguntándole dónde ha quedado su fe.

Se calma la tormenta. Para los discípulos, aquel es un momento de adoración y por eso exclaman: ¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!

MEDITATIO:

¿Qué lecciones sobre la fe podemos aprender de este pasaje?
¿Has estado en alguna ocasión en la que clamaras pidiendo auxilio a Dios? ¿Qué sucedió?
Podemos fácilmente comenzar a dar pasos valerosos en el camino de la fe, pero sentir muy pronto miedo. ¿Cómo podemos evitar que la duda nos arrebate lo que Dios quiere para nosotros?

ORATIO:

Da gracias por que Jesús sea verdaderamente el Hijo de Dios y bendícele por su poder y su compasión.

Nos rodean las ocasiones de madurar en la fe. Pídele a Jesús que te ayude a “bajar de la barca” en algún ámbito en el que creas que te está poniendo a prueba. Deja que te colme el amor de Jesús y borre todos los temores de tu corazón.

CONTEMPLATIO:

Jesús le plantea a Pedro una pregunta muy reveladora: “”Por qué has dudado?”. Considera qué razones tenía Pedro para dudar. Considera después que Jesús, el Hijo de Dios, estaba allí mismo con él. Reflexiona sobre por qué en algunos momentos tienes dudas. Si Jesús está con nosotros, ¿de qué manera puede influir su presencia en nuestra fe?

Lectio Divina de la Sociedad Bíblica España

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