¡Ansia de eternidad! Señor, ¿acaso
no es suficiente ya con esta vida,
con esta hermosa noche concedida,
límite entre tu aurora y nuestro ocaso?
¿Si la luz de esta noche en que me abraso,
si el fuego en que mi sangre está encendida
no colman mi ambición en su medida,
dime qué tierra medirá mi paso?
¿Qué cielo exigiré para mi frente,
qué luz para mis ojos y qué fuego
para este corazón tan vehemente?
Será inmortal. ¿ Y alcanzaré el sosiego?
¿La eternidad será, al fin, suficiente?
No siempre, siempre pediré más, luego.
Vicente Gaos (Valencia, 1919-1980)
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