domingo, 7 de agosto de 2011

Cuando vuelto hacia ti de mi pecado


Cuando vuelto hacia ti de mi pecado,
iba pensando en confesar, sincero,
el dolor desgarrado y verdadero
del delito de haberte abandonado.

Cuando pobre me volví a ti humillado,
me ofrecí como inmundo pordiosero;
cuando temiendo tu mirar severo,
bajé los ojos, me sentí abrazado.

Sentí mis labios por tu amor sellados,
y ahogarse entre tus lágrimas divinas
la triste confesión de mis pecados.

Se llenó mi alma de luces matutinas
y, viendo ya mis males perdonados,
quise para mi frente tus espinas.

Autor desconocido



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