miércoles, 19 de octubre de 2011

Otro palo al ecumenismo

Por José Luis Celada
 
Revista "Vida Nueva", nro. 2.772. 15-21 octubre de 2011

     Tras sus reuniones con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, el Vaticano esperaba una respuesta positiva a sus requerimientos por parte de los seguidores de monseñor Lefebvre, y lo que ha encontrado es un nuevo palo en las ruedas de la caravana ecuménica. Se lo acaba de poner Régis de Cacqueray, superior del movimiento tradicionalista en Francia, al anunciar la celebración de "mil misas" para reparar la afrenta que, a su juicio, supone el próximo encuentro interreligioso de Asís, una "feria de religiones" que "no traerá la paz al mundo". Y, ante lo que considera "uno de los actos más graves del pontificado", invita "a los católicos a sumarse a ese espíritu de expiación, penitencia y reparación de estos terribles pecados públicos".

     Es muy loable que Benedicto XVI siga empeñado en devolver al redil de la Iglesia a estos hijos pródigos, pero ¿cuántos desplantes, provocaciones y ofensas más serán necesarios para entender que la comunión no se debería conquistar a cualquier precio? Por no hablar de los agravios comparativos respecto a otros colectivos que, con bastantes menos "méritos", no han tenido siquiera la oportunidad de explicarse.

     Que los episcopados de Asia alcen su voz frente a los fundamentalismos que atentan contra la libertad religiosa de los cristianos en sus diferenes países es una reacción razonable; que la Santa Sede guarde silencio ante otros integrismos más próximos empieza a ser preocupante.

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