LECTIO DIVINA (20-05-2012)
Juan 17, 11-19
“Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. Cuando estaba con ellos en este mundo, los cuidaba y los protegía con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado. Y ninguno de ellos se perdió, sino aquel que ya estaba perdido, para que se cumpliera lo que dice la Escritura.
“Ahora voy a ti; pero digo estas cosas mientras estoy en el mundo, para que ellos se llenen de la misma perfecta alegría que yo tengo. Yo les he comunicado tu palabra; pero el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los protejas del mal. Así como yo no soy del mundo, tampoco ellos son del mundo. Conságralos a ti por medio de la verdad: tu palabra es la verdad. Como me enviaste a mí al mundo, así yo los envío. Y por causa de ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados por medio de la verdad.
Otras lecturas: Hechos 1.15-17, 20-26; Salmo 103.1-2, 11-12, 19-20; 1 Juan 4.11-16
LECTIO:
El pasaje de este día forma parte de la profunda oración de Jesús a favor de sus discípulos inmediatamente antes de su Pasión. Con él concluye la enseñanza dirigida a ellos el Jueves Santo (Juan 13—17). Jesús sabe que sus días en la tierra están contados; va a dejar este ‘mundo’ y pide al Padre la protección de sus discípulos.
Jesús ruega que los discípulos se vean protegidos de un mundo donde a las personas no les importa Jesús, ni creen en él, ni viven según sus valores. Pide la protección del Padre para que los suyos puedan vivir la vida que les ha enseñado a llevar y crezcan en la fe.
Pide que sus discípulos vivan unidos de la misma manera que están unidos él y el Padre, viviendo y trabajando juntos en el amor.
Pide al Padre que ‘consagre’ para sí a sus discípulos (versículos 17-18), es decir, que los proteja de las personas que están divididas, para que puedan vivir en la unidad del mismo modo que viven el Padre y el Hijo.
El Padre realiza todo esto por medio de su Palabra (Jesús), que es verdadera o, aún más, es la verdad misma (versículo 17). Jesús se consagra en una entrega absoluta a su Padre para que también sus discípulos puedan consagrarse plenamente al Padre.
MEDITATIO:
■ ¿De qué manera fortalece tu caminar día a día con Dios la oración de Jesús, que se extiende hasta incluirnos a nosotros (Juan 17.20-21)? ¿Qué palabras te afectan a ti de manera más directa? ¿Y cuáles te resultan más difíciles de entender?
■ Jesús sometió completamente su vida a Dios. ¿Hasta qué punto le pertenecen nuestras vidas?
■ Jesús rogó para que sus discípulos fueran uno. ¿Qué significa esto para ti? ¿Qué valor tienen las palabras de Jesús dentro de tu comunidad? ¿Tienes oportunidades para tender puentes con quienes pertenecen a diferentes tradiciones cristianas?
ORATIO:
La verdadera razón de nuestro gozo pascual es que hemos sido liberados del pecado. Cuando Jesús murió en la cruz, Dios arrojó nuestros pecados tan lejos como dista el Oriente del Occidente (Salmo 103.12). Y lo hizo porque su amor es tan inmenso como inmenso es el cielo sobre la tierra (verso 11). ¿Te impulsa esto a glorificarle? Usa el Salmo 103 entero o uno de tus himnos favoritos o un cántico de alabanza para expresar tu adoración a nuestro Dios de bondad y misericordia infinitas.
CONTEMPLATIO:
Hechos 1.15-17, 20-26 nos cuenta quién fue elegido para sustituir a Judas, al que Jesús menciona en su oración (Juan 17.12), para que haya otro que ‘dé testimonio de la resurrección’.
Juan prosigue con su gran tema del amor en 1 Juan recordándonos, una vez más, que debemos amarnos los unos a los otros tal como nos ama Dios. Expresa la verdad de Mateo 18.20: ‘Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’. En otras palabras, Dios está presente donde las personas viven en amor cristiano.
Lectio Divina de la Sociedad Bíblica España
No hay comentarios:
Publicar un comentario