(Reflexión a Lc. 12, 32-48)
Lucas ha recopilado en su
evangelio unas palabras, llenas de afecto y cariño, dirigidas por Jesús a sus
seguidores y seguidoras. Con frecuencia, suelen pasar desapercibidas. Sin
embargo, leídas hoy con atención desde nuestras parroquias y comunidades
cristianas, cobran una sorprendente actualidad. Es lo que necesitamos escuchar
de Jesús en estos tiempos no fáciles para la fe.
“Mi
pequeño rebaño”. Jesús mira con ternura inmensa a su pequeño grupo de
seguidores. Son pocos. Tienen vocación de minoría. No han de pensar en
grandezas. Así los imagina Jesús siempre: como un poco de “levadura” oculto en
la masa, una pequeña “luz” en medio de la oscuridad, un puñado de “sal” para
poner sabor a la vida.
Después de siglos de
“imperialismo cristiano”, los discípulos de Jesús hemos de aprender a vivir en
minoría. Es un error añorar una Iglesia poderosa y fuerte. Es un engaño buscar
poder mundano o pretender dominar la sociedad. El evangelio no se impone por la
fuerza. Lo contagian quienes viven al estilo de Jesús haciendo la vida más
humana.
“No
tengas miedo”. Es la gran preocupación de Jesús. No quiere ver a sus
seguidores paralizados por el miedo ni hundidos en el desaliento. No han de
perder nunca la confianza y la paz. También hoy somos un pequeño rebaño, pero
podemos permanecer muy unidos a Jesús, el Pastor que nos guía y nos defiende.
El nos puede hacer vivir estos tiempos con paz.
“Vuestro
Padre ha tenido a bien daros el reino”. Jesús se lo recuerda una vez más. No
han de sentirse huérfanos. Tienen a Dios como Padre. Él les ha confiado su
proyecto del reino. Es su gran regalo. Lo mejor que tenemos en nuestras
comunidades: la tarea de hacer la vida más humana y la esperanza de encaminar
la historia hacia su salvación definitiva.
“Vended
vuestros bienes y dad limosna”. Los seguidores de Jesús son un pequeño
rebaño, pero nunca han de ser una secta encerrada en sus propios intereses. No
vivirán de espaldas a las necesidades de nadie. Será comunidades de puertas
abiertas. Compartirán sus bienes con los que necesitan ayuda y solidaridad.
Darán limosna, es decir “misericordia”. Este es el significado original del
término griego.
Los cristianos
necesitaremos todavía algún tiempo para aprender a vivir en minoría en medio de
una sociedad secular y plural. Pero hay algo que podemos y debemos hacer sin
esperar a nada: transformar el clima que se vive en nuestras comunidades y
hacerlo más evangélico. El Papa Francisco nos está señalando el camino con sus
gestos y su estilo de vida.
José Antonio Pagola
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