LECTIO DIVINA (20-05-2011)
Juan 14,15-21
“Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos. Y yo pediré al Padre que os envíe otro defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros.
- “No voy a dejaros abandonados: volveré para estar con vosotros. Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero vosotros me veréis, y viviréis porque yo vivo. En aquel día os daréis cuenta de que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí y yo en vosotros. El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también le amaré y me mostraré a él.”
Otras Lecturas: Hechos 8:5-8; Salmo 66:1-7, 16, 20; 1 Pedro 3:15-18
LECTIO:
- Esta lectura de Juan nos conduce al corazón mismo de la cena de Pascua, a las instrucciones últimas de Jesús para sus discípulos y amigos más íntimos.
- Jesús quiere dejar claros algunos puntos importantes de su relación con los discípulos y de lo que sucederá cuando él se marche y el Padre les envíe al Espíritu Santo.
- El Espíritu Santo vendrá trayendo una garantía vital: su presencia permanente con cada uno de los discípulos (versículos 16-17). El mundo, los no creyentes, no pueden recibir al Espíritu Santo porque no pueden ni verlo ni conocerlo. Pero los discípulos sí que pueden. Al Espíritu Santo le llama ‘el otro defensor’, es decir otro además de Jesús mismo.
- Son muchas las maneras en que el mundo se opone a los discípulos y a Jesús, pero Juan no profundiza aquí en ese tema.
- Tampoco entra Jesús en detalles respecto a su vuelta, pero deja a los discípulos con una promesa: ‘volveré para estar con vosotros’. Así que en el versículo 18 nos promete la resurrección y la vuelta. Estos versículos revelan el profundo interés de Jesús por sus discípulos sabiendo la tormenta que se les viene encima.
- Entretejida en toda esta lección de amor se encuentra la invitación de Jesús a los discípulos para que vivan el amor que le tienen. Pero sabe que necesitan toda la ayuda de la que puedan disponer. Por eso, Jesús se dirige al Padre pidiéndole el don del Espíritu Santo a favor de sus discípulos.
- El Espíritu Santo ama a quienes aman a Jesús y cumplen sus mandamientos.
- También actúa como defensor, auxilio y maestro, sosteniendo a los discípulos a lo largo del camino de la obediencia, en ocasiones tan difícil, a Jesús y a sus mandamientos.
- Todos estos temas se entretejen formando un rico tapiz doctrinal. Y en estos pocos versículos, que forman parte de un pasaje de enseñanzas mucho más amplio, se expresan con gran sencillez y claridad ideas en ocasiones muy complejas.
MEDITATIO:
■ El Espíritu Santo desempeña diversos papeles, pero Jesús señala la que tal vez es la más importante, en el versículo 17: revelarles ‘la Verdad’ de Dios. Necesitamos que nos recuerden continuamente lo que es Dios en realidad, ya que nuestra visión de Dios puede distorsionarse con suma facilidad. El amor y la obediencia harán que fluya con mayor fluidez nuestro conocimiento de la naturaleza de Dios. Dedica algún tiempo a reflexionar sobre esto.
- ■ ¿Qué papel desempeña el Espíritu Santo en tu relación con Dios? ¿Qué haces para mantener esta relación? ¿En qué ocasiones eres más consciente de la orientación que te ofrece el Espíritu Santo?
ORATIO:
La liturgia de este domingo utiliza el Salmo 66, o parte del mismo, para cantar las alabanzas de Dios. Utiliza algunos versos del salmo para alabar a Dios, o escribe tu propio cántico de alabanza. O, por el contrario, trata de dibujar una sencilla imagen para expresar tu alabanza.
- Reflexiona sobre los acontecimientos de la semana pasada. Alaba a Dios por su presencia a tu lado a lo largo de todo lo que ha sucedido, tanto lo bueno como lo malo.
CONTEMPLATIO:
¿Cuál de los temas de la enseñanza de este domingo te ha llegado al corazón o al espíritu de manera más especial? Pídele al Espíritu Santo que te muestre lo que Dios quiere que veas y de qué manera debes responder
Lectio Divina de Sociedad Bíblica España
No hay comentarios:
Publicar un comentario